PRÓLOGO

Durante ese periodo de tiempo, el autor de estas narraciones ha mantenido un espíritu indomable y sin expectativas, ha enfrentado con valor y decisión todos los tratamientos, desde los más rudos y de consecuencia severa, hasta algunos más accesibles, sin darse por derrotado por ningún tipo de resultado, continuando con su trabajo cotidiano y conservando un ánimo digno de respeto y admiración, y paralelo a todo esto, ha estado escribiendo una serie de experiencias, que considero que pueden ser de gran utilidad, para otras personas que padecen del mismo problema que él y para todas aquellas que sufren por cualquier motivo, así como para las personas que los rodean.

Yo me permitiría clasificar en tres clases sus escritos:

1. Experiencias vividas por los tratamientos y sus resultados.

2. Cuentos cortos, que tanto en forma consciente como inconsciente, manifiestan sus estados de ánimo.

3. Algunas fantasías, producto de sueños y meditaciones que ha experimentado.

En su conjunto, expresan su profundo amor a la vida en sus condiciones y la decisión de enfrentar todos los obstáculos en la vida, en los que se ha visto envuelto en el tiempo y en su condición actual, en su conjunto, plantean una ilusión y alegría de vivir, contagiarte, que puede ser un ejemplo para aquellos que padecen esta enfermedad y que experimentan experiencias de sufrimiento y de dolor.

Hace ya casi tres años, mi gran amigo, me dio personalmente la noticia que tenía cáncer en la membrana del pulmón (mesotelioma) y  que le habían dicho que  era incurable, con la expectativa de tener seis meses de vida.

Hace 14 años padecí de cáncer en el colon, fueron necesarias dos operaciones, permanecer tres meses en el hospital y luego seis meses de quimioterapias. La enfermedad fue superada, pero esa experiencia fue muy importante en el aprendizaje de la tan terrible enfermedad y eso me permitió decirle a Rafael: “A partir de ahora, debes funcionar “sin expectativas”, pero me permito asegurarte por experiencias conocidas, que “los milagros existen” con esa enfermedad y esos milagros son “los anticuerpos”.

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Rafael Govela, es el nombre de mi amigo y aparte de ser un gran ser humano, un gran abogado corporativo, ha sido un gran deportista y con una fuerza moral excepcional y desde el principio él manifestó una gran determinación y un gran espíritu de lucha.

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En ese ánimo ha enfrentado ya durante estos años, todos los procedimientos que los médicos le han señalado, básicamente de quimioterapias y de inmunoterapias, algunas con grandes resultados, otras con pocos resultados, pero ya se ha prolongado por más cinco veces el diagnostico de seis meses que le hicieron al principio.

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Me honró con el honor de pedirme que realizara el prólogo de un pequeño libro que desea editar, con el fin de que su experiencia y el valor de cómo lo ha enfrentado, así como los momentos de duda e incertidumbre, al ser compartidos, puedan servir de orientación y ayuda a muchas personas. Este prólogo pretende orientar al lector en la ruta que encontrará en el transcurso de su lectura.

Marcos Constandse Madrazo.